Aumentar la supervivencia en recién nacidos, para que tengan un nombre, una vida.
La mayoría de las muertes de recién nacidos se pueden evitar, y casi todas se producen en las comunidades más vulnerables del mundo. Más del 80% se deben a nacimientos prematuros, complicaciones durante el parto o infecciones como sepsis, neumonía o meningitis.
Las causas principales son la escasez de trabajadores de la salud y de matronas bien capacitadas de modo que miles de personas no reciben el apoyo vital que necesitan para sobrevivir y que no todos los hospitales o clínicas tienen unas condiciones mínimas de higiene, de modo que se multiplica el riesgo de infecciones en el parto y las primeras horas de vida.
Desde Unicef se considera necesario formar a médicos, enfermeras y matronas y dotar de los recursos necesarios para ofrecer un tratamiento puntual, eficaz y respetuoso a todas las madres y los niños. Por otro lado, existe un fuerte vínculo entre la mortalidad de recién nacidos y el acceso a la información y la formación de mujeres y niñas. De hecho, según aumenta el nivel educativo de las madres disminuyen las tasas de mortalidad neonatal.
- Proporcionar medicamentos, productos y equipos para abordar las causas más habituales de muertes de recién nacidos.
- Realizar talleres de formación a matronas, enfermeras y personal de salud, para que ofrezcan el mejor acompañamiento y servicio a madres y bebés durante el embarazo, el parto y los primeros días de vida.
Con tu ayuda UNICEF podría salvar a 5.600 bebés cada día

